
El estero se extiendo unos 10 km navegables en kayak hacia el interior en unas 4 horas ida y vuelta, pero bien vale pernoctar en la zona, donde podemos encontrar alojamiento tanto en camping como en cabañas. Si lo visitamos en invierno, hay que considerar que no todos los campings y cabañas están necesariamente abiertos, sobre todo en Cáhuil, pero bastará con acercarse a Pichilemu para encontrar distintas opciones, incluida la Laguna de los Perros donde funciona una camping todo el año. El invierno no sólo ofrece mayor tranquilidad y más agua para remar, sino que nos permite inyectar recursos a estas comunidades que tienen ciclos productivos muy estacionalizados.

Entrando unos kilómetros por el estero, nos encontramos las salinas, con sus característicos cuadrantes de donde se extrae la sal. En invierno permanecen cubiertos de agua y son navegables formando un verdadero laberinto de canales que podemos atravesar prácticamente sin bajarnos del kayak salvo para mirar la ruta. En verano deberemos restringirnos al estero mismo, ya que encontraremos los “cuarteles” en faenas de extracción.
La sal se extrae entre los meses de octubre a abril. Hace unos 40 años era una actividad rentable pero en la actualidad sólo algunos de sus pobladores se dedican a ello, dado el bajo precio de este producto en el mercado. Esto ha motivado a la conversión gradual de la economía del lugar hacia el turismo, que aprovechando la cercanía a Pichilemu, tiene buenas perspectivas de desarrollo.
Los pobladores se han organizado junto a la municipalidad para fomentar el turismo creando la “Ruta de la Sal”, llevando a los turistas a conocer el proceso de extracción artesanal que se remonta a los pueblos originarios. La gastronomía es otra de las ofertas locales, pudiéndose degustar gran variedad de pescados y mariscos.

Salinamente,
Martin
Instructor de Kayak de Mar
martin@ecodeporte.cl
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