Nos quedamos a la mitad de la travesía, en el Lago Azul, faltando todavía el último y más largo porteo. Una carreta y un par de bueyes nos llevarán desde el embarcadero en el extremo norte del lago, por una empinada cuesta hasta el camino que une Puerto Urrutia con Llanada Grande. Si preferimos la opción autosuficiente, un carrito para kayak y un buen set de cuádriceps sería la alternativa.
Después de salir al camino, todavía queda un gran trecho que portear. La ruta lógica sería ir a Puerto Urrutia a unos 5 km al sur por el camino, que tiene una cómoda playa para embarcar. Pero río debajo de este punto, se encuentran unos rápidos, más allá de los alcances de un kayak de mar, en un sector muy encajonado del río donde no hay ruta de porteo. Nos perderemos esta hermosa sección del río.
La forma más indicada aunque no la más purista, es contratar una camioneta a los locales para que nos lleve hasta Puerto Santo Domingo, que queda uno 10 km río abajo pasado los rápidos. Aquí nos reuniremos con el Río Puelo para acompañarlo en su viaje hasta el mar.
Bien vale dejar un día para descansar en las aguas del lago Totoral, que se encuentra cruzando el camino después de nuestra llegada de último porteo en carreta. Aquí encontramos una amplia playa de arena blanca y con un bosque de arrayanes donde acampar. Eso nos dará tiempo para coordinar la forma como llegaremos a puerto Santo Domingo, al ritmo propio de la vida en el campo.
Puerto Santo Domingo, es solo una playa al borde del río, cuyas corriente pasa rauda pero sin sobresaltos, mostrando sus aguas color turquesa, cuyo poder y perseverancia están escritas en las paredes de roca que junto con un tupido bosque encajonan nuestra breve pasada.
Pequeños rápidos amenizan la travesía mientras poco a poco las paredes ceden a las playas y se abre el río preparando su momentáneo final en las aguas del lago Tagua Tagua. Desde la salida, unas 4 a 5 horas de viaje nos llevan hasta el lago. Conviene acampar antes de la desembocadura para salir temprano en la mañana de manera de cruzar el lago antes de que se levante el viento, que haría más esforzado el cruce. Otra opción es cruzarlo de noche, pero para esto debemos conocer de previo los lugares de acampe.
Para los geocachers, dejamos un cache oculto en el lugar de campamento antes del lago. Es un buen lugar para acampar, con una amplia playa de arena y bastante sombra.
La desembocadura es amplia, con mucha playa. Cruzando a la ribera oeste nos encontramos con una espectacular cascada de unos 30 metros que cae directamente sobre las aguas del lago. Buen lugar para refrescarse con el rocío sin tener que salir del kayak.
El lago Tagua Tagua tiene unos 8 km de longitud y es famoso por los fuertes vientos que soplan aguas arriba. Sin viento y sin apuro puede cruzarse en un par de horas, llegando hasta el desembarcadero del ferry que funciona dos veces al día. Aquí renace nuevamente el Puelo que nos espera con sorpresas río abajo. Esta sección de río es la más frecuentada por pescadores por lo que estaremos acompañados durante el viaje de 20 km hasta el mar.
El río parte con un pequeño rápido, que no presenta dificultades y después se extiende unos 4 km sin eventos hasta la confluencia con un río, de cuyo nombre no puedo acordarme. En este punto se encajona nuevamente y viene una serie de rápidos, algunos clase 3 dependiendo del nivel del agua. Si bien hay rutas pasables en kayak de mar por estos rápidos, hay que conocerlas muy bien antes de aventurarse ya que el espacio reducido y los obstáculos requieren mayor maniobrabilidad que la disponible en nuestras embarcaciones. Lo recomendable es explorar los rápidos a pié y posteriormente portear aquellos que no tengan una clara pasada, libre de peligro. Hay amplio espacio antes de cada rápido para detenerse y para portearlo, aunque los kayaks cargados harán que esta maniobra tome algo de tiempo.
Pasado los rápidos, el río continua cada vez más amplio y con pescadores a lo largo de sus orillas. Se empieza a sentir la influencia de las mareas y el volcán Yates se yergue majestuoso hacia el sur.
Pasado el puente nos quedan solo 3 km para encontrarnos con el mar y terminar nuestra travesía o continuar por el estuario de Reloncaví hacia el pueblo de Cochamó o eventualmente Ralún a 17 y 30 km respectivamente, perfecto final para que el agua salada y el aire marino hidraten nuestro espíritu y nos acojan nuevamente en su seno.
Pueden ver más fotos de esta travesía en http://www.ecodeporte.cl/KayakdeMar/Club/AlbumCKSE/Puelo_Mar10/index.asp
Pelágicamente,
Martín
Instructor de Kayak de Mar
martin@ecodeporte.cl
20 ago 2010
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