El kayak de mar está creciendo rápidamente en los últimos años. El club al que pertenezco ya tiene más de 150s inscritos, aunque no todos participan en todas las salidas, cada vez son más nutridos los grupos y mayor el entusiasmo. Y cada vez vemos que llega más gente y se queda, no solo porque el deporte es apasionante, sino por la comunidad que se está formando alrededor tiene un efecto aglutinador.
Haciendo retrospectiva de lo mucho que ha tardado este deporte en despertar, cabe preguntarse sobre cual es el mecanismo que permite que un deporte se desarrolle o se estanque.
Entre los elementos necesarios para el desarrollo de un deporte de este tipo, de naturaleza contemplativa más que competitiva, podríamos considerar: el conocimiento (técnico y geográfico), las condiciones naturales ambientales, la difusión, el comercio y la comunidad.
Sabemos que Chile tiene condiciones naturales para este deporte, concentradas más hacia el sur del país, y también hay bastantes personas con los conocimientos necesarios, sobre todo que no es necesario mucho para iniciarse.
Entonces vemos que donde se ha retrasado el desarrollo del deporte es en los últimos elementos, por razones que expondré.
El comercio, o más bien, en acceso a los artículos deportivos que nos permiten practicar el deporte, no han estado fácilmente accesibles. Básicamente, por falta de competencia comercial. Hasta hace muy poco habían solo un par de tiendas donde comprar artículos de kayak, haciendo que éstas se aprovechen de las pocas opciones que tiene el consumidor. Por otro lado, la ignorancia que aún hoy podemos ver en dichas tiendas es supina. Son tiendas que venden kayak de mar, pero no encontramos adentro ningún kayakista que nos pueda orientar y eventualmente entusiasmar en el deporte. Solo vendedores inescrupulosos que venden cualquier cosa, como el equipo más adecuado para practicar kayak de mar.
Por fortuna, esto está cambiando.
Otro elemento y tal vez el más importante, es la comunidad. Los deportes se desarrollan principalmente si tienen una comunidad que lo alimente, lo difunda, lo promueva y aglomere a las personas con los mismos intereses, aprendiendo unos de otros y compartiendo conocimientos, equipo y aventuras.
Y en este tema, es triste decir, que los algunos “pioneros” de este deporte, se han dedicado precisamente a evitar que estas comunidades se formen. Recuerdo una vez conversando con un experimentado instructor, guía y kayakista de mar, le propuse que formáramos un club. ¡Nooooooooo -me dijo- me arruinas el negocio¡ Y efectivamente, se esforzaba en que sus alumnos no se conocieran entre ellos, para que no se juntaran y salieran entre ellos, sin pagar guía, ni viaje.
El futuro de un deporte está en la comunidad que se forme en torno a él. Una comunidad abierta, amigable, cooperadora, con ganas de compartir el deporte, es lo que atrae a nuevos practicantes y mantiene a los actuales. El kayak se puede practicar en solitario, y muchas veces buscamos precisamente esos espacios, pero más comúnmente, nos gusta salir en familia, o en grupo y compartir no solo una remada, sino también una asado, una aventura o un campamento bajo las estrellas. Los humano somos una especie sociable, que nos volvemos antisociales en función de la densidad de individuos de la misma especie. Pero en kayak, al aire libre, tendemos a formar tribus colaborativas, como las que permitieron que sobreviviéramos por miles de años y que aún no hemos podido olvidar.
Comunitariamente,
Martin
Instructor de Kayak de Mar
martin@ecodeporte.cl
5 jun 2009
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